viernes, 23 de octubre de 2009

La mierdosidad humana no entiende de ideologías

Me parece lícita la asociación que uno (yo mismo) puede hacer entre las bondades y maldades de la gente contemporánea, los rasgos que más o menos distinguen unos colores de otros. Así, los derechosos serán siempre más racistas, un pelín más egoístas, en fin, peores personas. Y los izquierdosos tienen menos prejuicios, reciclan, son ecologistas y antitaurinos.
Pues no.
Que el mundo no es ni blanco ni negro es un hecho que a día de hoy a nadie se le escapa, pero sigue sorprendiendo ver aflorar las miserias más miserables de los seres humanos en los ámbitos más insospechados.
En el bar "Marx Madera", de corte rojillo, la caña te cuesta 2'5€ y el cubata (ron cubano, espero) 5€. Jugar en su mesa de pin-pon costaba 2€/h (y lo que aquí no cuento, que era todavía peor).
Sabina canta a José Tomás.
¿Quién, en el momento de la verdad, ayuda a quien hay que ayudar?

Sólo se me ocurren dos respuestas ante este desolador panorama: o bien no hablamos de izquierdosos de verdad, o que las características humanas, tanto las buenas (la generosidad en las distancias más cortas) como las malas (egoísmo y capitalismo humano a raudales), las tenemos tan adheridas a nosotros como el propio pellejo, y no nos desprenderemos de ellas salvo que la Educación cambie. O quizá ni siquiera así. Nunca es tarde para mejorar, eso seguro.

Yo también quiero cada vez más al perro de Einstein.

martes, 20 de octubre de 2009

MySpace y la nueva democracia musical

Aunque no haya sido por una iniciativa propia buscando nuevos talentos a los que escuchar, y existiendo métodos tan rápidos (como Spotify o eMule) mediante los que escuchar música de grupos ya consagrados, podemos sin dudas ver en el MySpace la nueva herramienta de la democracia musical. Decía aquélla que La Movida madrileña fue una explosión cultural en que la gente escuchaba a los grupos desconocidos que tocaban donde fuera y como fuera, que había real interés por esos talentos incipientes con ganas de decir algo.
Pues bien, el MySpace está repleto de grupos musicales con ganas de decir cosas, con ganas de ser escuchados. ¿Y sabéis qué? Habilita la comunicación entre grupos que de otra forma nunca sabrían de la existencia del otro, pueden crear vínculos artísticos, expandir horizontes y explorar nuevas vías musicales o simplemente comerciales.
Los grupos ya famosos ni siquiera necesitan un MySpace: ellos ya hicieron su andadura por los suburbios de la música y salieron de ahí para siempre (probablemente con mayor facilidad de la que hoy se tiene, a pesar de estas herramientas de las que hablo). Pero los demás, los que aún empiezan (empezamos), necesitan de esos apoyos y respiran un poco más viendo la comunidad de "amigos" (inevitable terminología de la era del capitalismo interesado) que se ha forjado y entre los que se escuchan o incluso se aconsejan. Al menos hasta que podamos aburguesarnos, como la ley de vida prescribe.

www.myspace.com/Gropious

domingo, 11 de octubre de 2009

Defender la disidencia

No es mía esa frase sino, creo, de John Stuart Mill, pero definitivamente creo que es un esfuerzo que todos deberíamos hacer de vez en cuando. La disidencia como la posibilidad de discrepar, de decir barbaridades (che, ¡decirlas!), de estar en desacuerdo y en todo lo contrario. Y, por supuesto, intentar crear mentes pensantes (que un día puedan llamarse personas) cuyas opiniones tengan fundamento en algo más que lo que se haya oído en el bar.
Entretanto, probablemente nos tengamos que conformar con procurar hacernos mejor a nosotros mismos, poco a poco, y, por qué no, disidir de aquello que, a todas luces, nunca encontrará un remedio (al menos a este paso).
Empezaré por disidir de la política, de la televisión, de la gente miserable (por Dios, qué porcentaje más alto de estos seres...).


(No tiene nada que ver, pero Sabina ha estrenado single, y merece la pena ser escuchado)

jueves, 8 de octubre de 2009

¿Qué odiáis más?

La lista es corta, pero el orden es crucial y nada sencillo, al menos para mí:
Abogados
Periodistas
Políticos
Publicistas

Sí, una buena pregunta para lanzarme sería eso de "y qué haces estudiando derecho y ciencias políticas", pero ahora es momento de pensar en qué orden odiamos más a esos cuatro sectores de la sociedad (casi razas). En mi caso, creo que definitivamente me decanto en primer lugar por los políticos, por lo asentados que están en un sistema que, al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, no es inamovible ni inmutable; después, de cerca, los periodistas, porque ellos son los que determinan lo que va a configurar nuestra realidad y nuestra cultura, son los encargados de elegir lo relevante del día a día y hacer que nos lo creamos, tan fácil pueden encumbrar al inútil como devolverlo a la mierda, y pueden despreciar como si tal cosa un producto genial. Después vendrían los publicistas, porque su trabajo consiste en incidir en las mentes de la gente hasta el punto de crear inseguridades y complejos con tal de vender, vender, vender (en realidad, sobre el papel, la cosa está en persuadir, pero a día de hoy no existe a penas la idea de "compra esto porque es mejor"). Finalmente, y porque aún no me han hecho nada, los abogados, que tienen fama de chupasangres, pero no puedo comprobarlo y apuesto, además, a que es la menos corrompida (me resisto a decir "corrupta") de las cuatro subrazas de las que hablo aquí.
¿Y las vuestras? ¿Me dejo indeseables?