martes, 30 de marzo de 2010

Ésta es la clase de personas que velan por nosotros

No voy a meterme en el terreno de las palizas y los pelotazos injustificados de algunas fuerzas de seguridad. Todos sabemos más o menos las abas que se cuecen entre las paredes de cualquier comisaría. Ahora, más bien, pienso en aquellos que conforman estos cuerpos, porque ya se puede intuir que aquellos que ingresan en sus filas no lo son, en su mayoría, vocacionales.
Éste es el individuo X, que formó su ideología a base de no pensar, de tal forma que con quince años se autoproclamaba batasuno, al tiempo que su comportamiento iba por otros caminos (un modélico y pijo donostiarra). Al terminar la ikastola en la que pocas veces le nació hablar en su idioma patrio, se metió a estudiar Derecho, carrera que dejó, según él, por ser muy española y, por tanto, facha. Después, como no sabía qué hacer, se metió a policía municipal, no sin antes confeccionar un currículum en el que decía tener carné de conducir. Claro que no lo tenía. Así que desde entonces apatrulla la ciudad un jurista abortado con sangre supuestamente borroka, dándose piñazos con su coche de policía porque no sabe conducir (de lo que, además, se jacta). Así que es despedido...y readmitido al tiempo, no sé si con o sin carné, pero es readmitido.
Ésta es la clase de individuos que, cuando necesitemos ayuda, harán sonar la sirena de su coche para venir a rescatarnos.

domingo, 21 de marzo de 2010

¿Llegará esa gran lluvia?

Me pregunto hasta cuándo aguantará el mundo. O España. Hasta cuándo aguantará la gente que los políticos sean todos corruptos, que cada ley lleve adjunta su trampa, que suban los impuestos (y además los indirectos), que la SGAE intente sacarnos pasta, que las televisiones y los periódicos engañen y se abandonen al clientelismo, que las fuerzas de seguridad del Estado no terminen con ETA porque Rubalcaba y todos los ministros de interior previos no lo han querido, que no se sepa si mañana o pasado tocaremos nuevas cimas de paro, que suban los precios y bajen las prestaciones, que el sistema electoral esté expresamente diseñado para crear los efectos perversos que crea (y que todos conocemos), que los parlamentarios se alíen para que parezca que las cosas cambian (y por supuesto no cambian): en fin, esas cosillas que conforman el bosque de la mayoría de población y que se ocultan tras un árbol en forma de partido de fútbol.
¿Llegará esa lluvia que vaticinaba Travis Bickle y que limpiará las calles (y los despachos)? ¿O tenemos que limpiarla nosotros?

domingo, 7 de marzo de 2010

Temazo

Me da igual lo que se diga. Es un temazo, y punto. Si lo cantase Barbara Streisand o alguna así seguro que gustaba mucho más. Y con mensaje, además :D