martes, 16 de noviembre de 2010

Más sociedad civil

La foto muestra eso en lo que la antigua plaza de San Telmo se va a convertir. Unos muros de no sé qué material y motas negras con unas escaleras para subir a Urgull. En plano más cercano, unas vallas de seguridad con pintadas coloridas sobre Donosti que aparentan ser de malotes, pero que en realidad van con el diseño [la gran estrategia del capitalismo para neutralizar a la disidencia]. Un poco más cerca, la inscripción que me interesa: DONOSTIA EZ DAGO SALGAI. DONOSTIA NO ESTÁ EN VENTA.
En realidad sí lo está, y si no, mirad la puta mierda de la que os hablaba al comienzo del texto. Sin embargo, afortunadamente todavía hay quien se queja, aunque sea dejando claro con spray que están siendo conscientes de lo que desde un despacho se está cometiendo. Da asco que los señores con corbata dejen el gusto de lado a la hora de decidir cómo decorar la ciudad. Y así todo.
Así que hacer ruido está bien: sospecho que haciendo pintadas y quemando cajeros se consigue llamar la atención de forma más efectiva que poniendo una queja en el Ayuntamiento. Otra cosa es que la petición termine igualmente en la basura. Ojo, que no hace falta quemar un contáiner cada vez que a alguien no le guste algo, pero me tranquiliza pensar que todavía la gente se mueve más que en otros sitios para reclamar lo que considera propio. Eso es más democrático que cualquier ley.