domingo, 29 de noviembre de 2009

Becarios


Es decir:

Enhorabuena a los becarios del 20minutos.

viernes, 13 de noviembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

Según los últimos estudios a nivel europeo, más del 70% de los propietarios de un Mac es hombre. Entre los que poseen un iPhone la cosa anda a la par, parecido número de hombres y mujeres que lo han comprado. Y el 90% del total de personas que tienen un iPhone y un Mac son de género masculino. De ese 90%, el 80% es homosexual.
¿Está Apple vendiendo un producto mariquita, o es que los gays gastan su pasta en tecnología informática? ¿Para ser un buen gay hace falta un Mac (de los nuevos, de los Macbook de esos) y un iPhone o, en su defecto, o un Ipod touch de última generación?

Ay, ojalá tuviera un Mac y un iPhone...

martes, 10 de noviembre de 2009

El comunismo en las distancias cortas

La caída del muro no terminó con el comunismo. Si es que antes lo hubo al otro lado de éste. Se me encendió el otro día la bombilla.
Me he fijado cómo hasta el más liberal de los liberales, el más pepero de los peperos, tiende a una bondad natural entre los seres más cercanos. La generosidad emana de cualquier ser humano con algo de corazón, todo hijo y padre de vecino tiene sus momentos dulces, amistosos, generosos con los que le rodean de forma más cercana. Así que, ¿no serían éstos, de alguna forma, comunistas? Pues es una pregunta retórica la mía.
No hay mucha gente en este mierdamundo que no comparta nada, que crea al 100% en la propiedad privada, y todos dirán alguna vez a su pareja o a su hijo: lo mío es tuyo, o mi casa es tu casa.
Ah, ¿que es diferente en el momento en que se extrapola a la sociedad completa? ¿Sí? ¿En serio? Esta pregunta tampoco necesita una respuesta.

Como ha dicho aquélla: "si lo que dijo Fukuyama es cierto y este es el fin de la Historia...pues qué pena, ¿no?"

domingo, 1 de noviembre de 2009

Se revuelven en su tumba

O en su fosa, o en su bote.
La decoración de la casa en la que vivo está repleta de motivos budistas, orientales en general, exóticos y a la vez clásicos. En cada mueble hay alguna figura de Buda. El otro día preguntaban a los invitados de la comida si les gustaban o no los buda, que a ella le encantaban, el que medita, el que duerme, el gordito, el que ríe.
El capitalismo ha hecho con las ideas -cuando no los propios abanderados- lo que le ha dado la gana, las ha cogido, las ha manoseado, se ha apropiado de ellas en el sentido que ha deseado y después las ha vaciado de contenido de tal forma que hoy día nada se pueda tomar en serio.
¿Qué hay más irónicamente deprimente que la gran oda a la meditación y a la no-materia reconvertida en figuras de madera o metal esparcidas por la casa para simple decoración?
¿Un palestina en el cuello de un pihippie? Peor aun, ¿de un pepero?
¿Un póster y una camiseta del Che mientras te fumas un peta?