lunes, 29 de diciembre de 2008

Agarrarse (conformarse)

Conozco a mucha gente que, si bien no se llega a autoengañar respecto de sus propias preferencias(por ejemplo, al elegir pareja), baja de manera tan exagerada su "listón" que cualquier opción pasa a ser buena. Quiero decir, la ambición de las personas se rebaja hasta límites insospechados cuando la necesidad(de la que sea) aprieta(por supuesto, aprieta según ellos). Así, en lugar de optar por "no optar", se agarran a un clavo ardiendo, al primer destello de luz que pueda llevarlos en la dirección que a ellos les gustaría llegar. Se me ocurren muchos, muchos ejemplos, pero bueno, quién soy yo para decir qué decisiones son buenas y cuáles malas. Sólo puedo decir que yo optaría por no optar.
"Cuando seas mayor ya verás cómo cambias de opinión". Baaah, que os jodan a los que pensáis así, mentes muertas.

sábado, 27 de diciembre de 2008

El amoral

Por lo visto Felipe González dijo alguna vez que él puede conversar con un inmoral, pero nunca con un amoral. Lo entiendo perfectamente.
El inmoral es un tipo que piensa diferente a como el colectivo cree que se debe pensar. Dicho así quizá cualquiera podría ser un inmoral, pero bueno, delimitaremos el sentido de la palabra hasta decir que el inmoral es quien tiene "ideas malas". En plan grueso. Hay un tipo en mi clase que es de derecha bastante extrema y que, a pesar de todo, parece un tipo inteligente, que piensa(aunque erroneamente a menudo) y sabe debatir(más o menos). Ni qué decir tiene que saca buenas notas y cuando termine la carrera él será mejor jurista que yo. Con él podría tener una conversación, si mis prejuicios me abandonasen un poco más.

El amoral no piensa, no siente ni padece. O sí piensa, pero hoy esto y mañana aquello. No tiene un código de valores mínimo con el que regir su comportamiento frente al resto. Como dice la RAE, "está desprovista de sentido moral". De hecho, la moral(la ética) es de esas pocas cosas que nos diferencia del resto de animales...debe de ser que estos de persona tienen cada vez menos, y cada vez más de alguna otra cosa. De parásitos, por ejemplo.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

No odio a los ricos

Antes pensaba que sí. O bueno, lo intuía. Pero creo que, definitivamente, no.
Odio a dos clases de ricos, eso sí. O quizá, si nos ponemos quisquillosos, diré que odio a una clase de ricos, y desprecio a otra.
Aquellos a los que odio son los que están podridos de dinero y no lo usan. Y si lo usan, lo hacen derrochándolo. Se puede decir entonces que odio a los tacaños, pero los de gran escala. La duquesa de Alba, por ejemplo. Aunque esa tiene otros títulos por los que ser odiada.

El segundo grupo me es mucho más cercano, porque no toca sólo a los más ricos. Aquí están todos los que, teniendo medios, no consiguen resultados(ni los buscan). En este grupo meto a todos los niños ricos que terminan con drogas, a los que tienen un padre que les promete un Audi por aprobar una asignatura(sí, lo habéis leído bien), a los que no conocen el valor de las cosas y por tanto, infravaloran todo. A los que no se preocupan por esos medios de los que hablaba, porque sencillamente no les hace falta preocuparse de ellos, y no buscan resultados porque no consideran que todo lo que tienen sea semilla de un futuro resultado. No se gana el dinero, simplemente, se tiene. Y por tanto, se derrocha. Y con el dinero, toda la persona. A éstos los desprecio, pero también los compadezco, porque seguirán siendo una mierda toda su vida.


Dar ejemplo

El otro día leí una frase de Einstein que decía que "dar ejemplo no es la mejor manera de hacer cambiar a la gente, es la única". Bueno, a lo que íbamos.
En el último par de años(lo menos) me he dedicado, con bastante gente, a escuchar sus problemas y, a la hora de dar consejo(si es que lo tenía o si lo debía dar), simplificarlo hasta el punto de ver un "pequeño inconveniente" donde antes la otra persona veía un problemón. A veces, a raíz de eso, pensaba que a lo mejor era que yo era un frívolo y que en realidad los consejos que daba no los aplicaría a mi propio caso, porque, coño, uno no sabe lo que puede suponer X si no lo ha vivido. Por eso me he quejado más de una vez de los fulanos con la lágrima fácil.
Bien, ahora puedo decir que nunca he sido un frívolo. De vez en cuando vivir escollos no está mal. Y se pueden superar. Escuchando a Bruce, por ejemplo.
Besos a todos.
Para aprender:

Para el buen humor:

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Justificaciones/Excusas

No sé si he hablado más veces de esto. Es algo que últimamente tengo tan presente en tantos ámbitos que no me extrañaría haberlo mencionado de otras formas y con otros ejemplos.

El suegro de mi padre dice que él, aunque ecologista, es cazador, porque "se es cazador o no se es cazador". Mi padre dice que es que el hombre es cazador por naturaleza. Otros argumentan, para ese u otros ejemplos, que es que el hombre, como animal que es, aplica la ley del más fuerte con el resto de animales. Otros no dudarían en decir que es que el hombre es egoísta por naturaleza. O, mejor aún, que es que la costumbre(cultura) siempre ha sido esa. Incluso habrá quien diga que dios cedió el planeta a los hombres para que hicieran con él lo que quisiera. Algo así pone en el génesis. Que lo lean otros.

A lo que voy es a que no deja de sorprenderme el ver cómo ciertas personas(muchas, muchas, muchas) justifican sus actos apelando a razonamientos que hacen ver que son impuestos(desde el "es natural" hasta el "lo ha querido dios"), cuando no son más que a)imaginario colectivo por cuyo filtro pasamos nuestras percepciones cotidianas, o b)una manera de quitarse la carga de hacer lo que está bien pero es incómodo.

Creo que me he explicado, pero por si acaso pondré algún ejemplo más. Hoy en clase un subnormal ha dicho que a él le parece bien que se usen animales cualesquiera sus fines porque "son animales, no tienen derechos". ¿Es ése el criterio? ¿Es que todo vale porque "somos personas, y somos como somos"? ¿Quién lo determina, y para quién?

Resulta que por muy natural que sea en los animales el comerse unos a otros, o el egoísmo, o lo que sea que se quiera oponer, es que algunos no se dan cuenta de que NO estamos en un estado de naturaleza en donde todo vale. Resulta que hay una cosa que se llaman valores -a pesar de que alguno diga que éste no es tiempo de valores-, y entre ellos la empatía hace o debiera hacer que esas cosas no sucediesen.

Un saludo a los ecologistas. A los demás, ojalá os muráis de una vez.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Los mejores deseos

No quisiera caer en el rojismo facilón de quien opina que las Navidades las inventó el Corte Inglés. Seguramente así fue, siglo más o menos, pero no es exactamente eso lo que me mosquea. Los voluntarios de las ONG's se apostan en Preciados para captar a la gente con remordimientos, cuando salen de Fnac con muchos regalos. Aupa por ellos.
Lo que me jode, más bien, es la preeminencia que se le da a semejante fiesta y se dejan de lado otras cosas. La solidaridad de vez en cuando aflora en estas fechas: estar con la familia, casa calentita, blablablá. Pero sólo aflora porque se relaciona con las fiestas que tocan.
Y como con estas fiestas toca también poner luces y consumir energía, pues se hace. Y se pone un pino adornado colgando de una grúa(no me lo invento), con la pasta que valdrá eso, porque es de espíritu navideño. Y Esperanza Aguirre se hace la foto. Y todos a comprar cosas que no vamos a necesitar. Y la propaganda. Por dios, ¿es que a la gente le cambia la mentalidad dependiendo del día en que vivimos?

Agghh, os odio a todos, hijos de puta huecos.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Cortejo


Llamémoslo así, por ser clásicos, o algo así.
La pasada noche salí y, aunque era lo de todas las noches, me fijé en una situación muy ingrata: la gente sólo sale a follar. Bueno, o a darse besitos, depende de la edad y la ubicación.
Esto parece evidente, no digo que no, comprensible, pues bueno, también, pero...yo qué sé, algo me chirría asquerosamente.
Debe de ser la ligereza con que derrepente se toman las relaciones humanas. Quizá en otros círculos en los que yo no me muevo las relaciones son siempre así de superficiales, pero no dejo de sorprenderme cuando veo a ciertas personas tratándose los unos a los otros con una fingida amabilidad que lo único que esconde es lo mismo que los sigilosos pasos de un guepardo tras su gacela.
Veo al guaperas de turno que habla con todas -a lo mejor porque yo no soy el guaperas de turno-, dos besitos, mano por la cintura, la chica se va-a donde el siguiente guaperas esté-, y éste la mira de arriba abajo. Al final alguna cae, él dice que la quiere, ella le da el teléfono, él se va por la mañana, ella está acostumbrada. Etc.
Yo que sé, quien lo haya tomado como forma de vida(nocturna) a lo mejor es cómodo con eso, pero particularmente tengo diarrea cada vez que veo esas relaciones interesadas de la gente, esa falsedad concertada y asumida. Que se pudran todos. Infraseres.

Besos a los que sienten y padecen.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Hablar por hablar

César, el bajista de mi grupo, creo que es el que mejor me entiende sobre esto, o a quien yo mejor entiendo, una de las dos. En cualquier caso, es una tendencia de la que parece que mucha gente no se ha dado demasiada cuenta.
Tengo un buen amigo que hace poco salió en la tele para hablar de algunos asuntos relacionados con la crisis. Y ayer volvió a aparecer para otros temas que al final fueron cambiados por el lamentable asesinato de ETA. En ninguna de las dos apariciones dijo nada remarcable. No me cabe duda del interés que las "verdaderas" opiniones de mi amigo puedan tener, pero, desde luego, nada de ello se traslució en sus dos intervenciones: dijo lo de siempre, lo malos que son los ETArras, lo poco que los políticos hacen para solventarlo, y esa clase de comentarios "de bar", que quizá son acertados, quizá sea lo más certero que pueda decirse en estos asuntos, pero están tan manidos, tan oídos, tan desvirtuados, que para decir lo que todos sabemos desde hace años quizá sea mejor callarse.

Otro caso: tengo un conocido que no tiene opinión ni criterio propios. Él diría que sí, y quisiera no tener que pensar en la posibilidad de lo contrario, pero lo cierto es que desde que lo conozco, y de eso hace mucho, no he escuchado más que un par de opiniones "de su cosecha". En su favor podrá decirse que hablar, habla mucho, es ingenioso hasta decir basta, los comentarios jocosos son su fuerte tanto como lo son las relaciones sociales de media distancia. Pero, tras eso, uno se da tristemente cuenta de que es como Nadie(el William Blake de Dead Man), o sea, el que habla y no dice nada. Lo peor es que uno, que está acostumbrado a dar, repartir, regalar, de vez en cuando intercambiar opiniones, se encuentra con que éste tipo no es capaz de mantener una discusión-conversación medianamente interesante sobre asuntos que realmente importen. Eso sí, pasas un rato agradable. Shyness is nice.

En fin, son sólo dos de las vertientes en las que deja ver lo que explico: hablar porque hay que decir algo en lugar de hablar porque hay algo que decir.

Claro que alguien podría decirme que escribo el blog por escribir algo. Pero a mí eso me importaría poco.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Masoquismo



No sé hasta qué punto es característica inherente a la condición humana o sólo es algo mío. Ese placer por sufrir un poquito no se nos va ni a palos. Ahondar en la herida y navegar en ella hasta hundirnos en las miserias más indeseadas. A primera vista no parece plato apetecible, pero empiezo a pensar que igual que gusta el dolor físico en pequeñas dosis, no podríamos vivir sin un poco de autodaño infligido cada equis tiempo. A lo mejor es autocompasión y no otra cosa. Pero que existe, existe.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Mikel Laboa

Ha muerto esta noche, y aunque sé que no es muy conocido por debajo de Navarra, quiero darle cierto reconocimiento. Copio y pego de la Wikipedia.

Mikel Laboa Mancisidor (15 de junio de 1934, Pasajes - 1 de diciembre de 2008, San Sebastián) fue uno de los más importantes cantautores del País Vasco.

Considerado como el patriarca de la música vasca, su música ha influido a las generaciones más jóvenes. Prueba de ello es el disco homenaje Txerokee, Mikel Laboaren Kantak, editado en 1991 por varios grupos jóvenes de rock y folk. Su álbum Bat-Hiru («Uno-Tres», en español) fue elegido en el Diario Vasco por votación popular como el mejor álbum vasco de la historia.

Durante los años 60 fundó junto con otros artistas vascos el grupo cultural Ez Dok Amairu (No existe el trece), que buscaba revitalizar desde diversos ámbitos la cultura vasca, muy aletargada durante la dictadura franquista. Hicieron especial hincapié en la recuperación y dignificación de la lengua vasca. Dentro de ese grupo y en el plano musical Laboa emergió, junto con Benito Lertxundi, como máximo exponente de la denominada «nueva canción vasca».

Su música puede ser definida como una combinación de tradición, poesía y experimentalismo, al estilo de los cantautores de las décadas de los 60 y 70, pero dotado de un fuerte toque personal y una voz muy particular. Su obra combina viejas canciones populares reinterpretadas con un estilo más moderno, poesías musicadas de autores como Bertolt Brecht y composiciones propias. Mención aparte merecen sus Lekeitioak, canciones experimentales a base de gritos y sonidos onomatopéyicos que se anticipan en muchos años a sonidos de Bjork y otros cantantes vanguardistas de hoy.

Su disco Bat-Hiru de 1974 fue elegido «Mejor Disco Vasco de la Historia» por una votación popular del Diario Vasco hace unos pocos años. Algunas de sus canciones se han convertido ya en clásicos populares que forman parte del folclore vasco, especialmente el Txoria txori («El Pájaro (es) pájaro», en castellano), su canción más conocida, que llegó a ser interpretada por Joan Baez con su letra original en euskera. Hay otra versión orquestal de esta canción, en la que colaboraron tanto el Orfeón Donostiarra como la Joven Orquesta de Euskal Herria (Euskal Herriko Gazte Orkestra). Otras canciones destacadas son Gure Hitzak (Nuestras palabras), Haika mutil y Baga, biga, higa (en colaboración con el Orfeón Donostiarra).






Aupa Mikel!