lunes, 29 de junio de 2009

Quiero y no puedo

Hoy he observado con cierto asco esa forma de operar de lo burgués, consistente en la continua apariencia, el continuo intento: el ambientador, las sábanas limpias (aunque las que se han cambiado no estuviesen sucias), el dobladillo recto, las persianas subidas, el suelo impecable, los cubiertos en su sitio, ruidos, los justos; la raya del pelo.
Mi puto amplificador de guitarra dado la vuelta, como si diese vergüenza que alguien en esta casa consuma cultura.



Cambiad a la sirvienta por una dominicana, que si no está desactualizado.

jueves, 25 de junio de 2009

domingo, 21 de junio de 2009

Regodeo

Los hay que te guardan hasta la mínima. Luego están los que no perdonan fácilmente una gran putada. Otros (y otras) deciden dar oportunidades a pesar de ello. Y también los hay (y las hay) que disfrutan siendo pisoteados una y otra vez.
No quiero meterme en ningún saco, pero me he fijado (y más como buen vasco :P) que llevo un poco de esa tendencia al regodeo no por la desgracia ajena pero sí por alguna desavenencia que pudiera tener que ver conmigo, que a veces puede oscilar sobre la línea que lo está separando de la envidia insana.
No sé si es algo saludable para limpiarse de vez en cuando de las heriditas del orgullo (conozco a quien se masturba "pensando en" por la imposibilidad de "follarse a", a modo de venganza), pero sí que, en cualquier caso, cicatriza un poco esas heriditas. Uno se retoza en esa mierda, se vanagloria de su propia desdicha, y después ve la del resto, causada por alguna providencia divina y ordenadora, y se relame. Total, ya qué más da.
No tiene nada que ver, claro, con el marujeo gratuito de poner verde a quien se ponga delante. Algo más íntimo, más escondido. Y creo que es una actitud generalizada. Tampoco hay drama en ello.
No sé si me explico, pero bah, qué más da.

jueves, 18 de junio de 2009

¿Merece la pena?


No sé por qué, estaba la otra noche pensando que no sé hasta qué punto es una suerte nacer con sangre azul.
Está bien: no te falta la pasta (una infanta cobra más que los tres cargos más importantes del gobierno juntos), tienes cuanto quieras a mano, impunidad, inviolabilidad, nadie puede meterse contigo, yates, putas, droga, manjares, ocio (merecidas vacaciones de por vida)...Pero, por otro lado, yo qué sé, ¿cuándo podrá un miembro de la realeza sentir que tiene amigos? ¿Cómo podrá confiar en los que están alrededor y creer que hay en ellos intenciones sinceras? Y no sólo eso, no puedes llevar a tus hijos al parque (salvo que sea dentro de una de sus numerosas fincas), no puedes escribir un libro o grabar un disco y que la gente lo lea o lo escuche sin pensar en quién lo ha escrito, no puedes ir a un concierto sin que todo el recinto ponga sus ojos en la grada VIP, sabes que buena parte de España te cortaría la cabeza como en el país vecino, sabes que saben que eres un poco retrasado, y un ladrón, no tienes privacidad de verdad, salvo la que los medios decidan darte porque, sí, eres dueño de los medios. Sabes que lo que dice El Jueves de ti es verdad.

Me pregunto si Letizia Ortiz pensará que ha hecho el braguetazo de su vida o, por el contrario, lamenta su decisión: desde entonces, una de sus hermanas se ha suicidado, la otra está en plena guerra judicial contra la prensa, una presión morrocotuda para tener un hijo, se acabó el trabajar...¿merece la pena?

viernes, 12 de junio de 2009

No querer es no poder


El que diga que "querer es poder" no miente, pero se engaña vanamente. Siempre hay factores (el peor, el humano) que harán que la ley de Murphy se cumpla.
Pero, por otro lado, una cosa está clara: el que no lo intenta no lo consigue. Nuestra sociedad del no-esfuerzo quizá no lo pinte así, pero lo cierto es que la voluntad lo es casi todo, y más todavía cuando es acompañada por el esfuerzo.
Nunca ligarás si no sales por la noche y haces el payaso un poco. Nunca serás escritor si no le dedicas horas y horas de tus días a escribir mierda hasta que la mierda es un poco menos mierda. Por supuesto, no aprobarás si no trabajas lo suficiente para ello (aunque el suficiente varíe según la persona y la materia).
En fin, la inyección de moralina del día de hoy es ésa. Difícilmente conseguirás nada si no le echas un par de huevos al asunto. Y si no lo consigues, pues podremos reafirmarnos en aquello de que querer no es necesariamente poder.


martes, 9 de junio de 2009

lunes, 8 de junio de 2009

El razonamiento derechoso

Vuelvo a preguntarme qué es lo que hace que tanto currela mileurista vote al PP. Hablando con algunos peperos el otro día estaban todos de acuerdo en que, por ejemplo, el propietario de un bien (una casa, por ejemplo) pudiera poner el precio que quisiera. Mi padre (y yo) opinaba que eso era usura, y que no estaba bien. Ellos alegaban que el que tiene una casa "su dinero le habrá costao" y que con ella puede hacer lo que quiera. Quien dice una casa, dice un negocio, y quien dice alquiler, dice salario. El salario mínimo tampoco es necesario, por lo visto.
Estos peperos (casi mileuristas) votan a su partido porque, efectivamente, concuerdan con su ideario (es decir, en sus mismas condiciones harían lo mismo que ellos), pero dudo realmente que se hayan parado a pensar en qué va a beneficiarles que esté un partido u otro en el poder. Y no lo creo, porque estarían tirando piedras contra su propio tejado.
Puedo entender que un millonario busque pagar menos impuestos y le dé igual que la sanidad sea pública o privada, pero, al resto, a los que dependen de la sanidad pública, los que seguirán pagando su hipoteca durante cuarenta o cincuenta años, los que trabajan diez horas al día para que no los echen de un trabajo en el que firmaron trabajar ocho, ésos, ¿qué cojones hacen votando al PP?

sábado, 6 de junio de 2009

Escapar o no

Últimamente me abruma muchísimo ver "cosas malas" de cerca.
Me refiero a los carteristas del metro, a atracadores en los baños de Moncloa (espero que atracadores, porque también podrían ser como), los violadores de los de Atocha, los reventas en los conciertos, los macarras que por menos de nada te pueden dar un navajazo, los skins... En general, todas aquellas personas que se aprovechan de otras personas haciéndoles un mal (sueno a hippie, pero es tal cual lo digo).
Supongo que, en mayor o menor medida, a todos afectan esas cosas. Y doy por hecho que muchos actúan (algunos denuncian, otros se meten y se llevan una paliza, otros se meten a segurata para poder ser los que la dan...) y otros muchos simplemente miran para otro lado.
Hace unos días estuvieron a punto de "hacerme algo" en los baños de Moncloa (y digo "algo" porque salí por patas antes de que me acorralaran) y cuando fui a informar al segurata de turno, el tipo, en lugar de ser un poco servicial, casi me parte la cara por haberle tocado en la espalda para llamarlo. No exagero, un tío agresivísimo y de mala hostia advirtiéndome de que fuese la última vez que hacía eso.
Ese tipo de cosas, o la pasividad del del otro día me desilusionan mucho.

Tendré que pensar que, efectivamente, el mundo está lleno de gente un poco más buena y un poco más mala, y que no se puede hacer mucho para parar eso, salvo tener cuidado por uno mismo. De vez en cuando veo algo bueno y entonces me devuelve la esperanza en la gente, pero...buff, ya no sé qué es mejor, si mirar impasible, si actuar, denunciar o lo que sea, o simplemente mirar para otro lado y hacer como que nada ocurre...

"Tristes tiempos en los que la mirada de un hombre que se cruza en tu camino es la mirada de un enemigo"