viernes, 6 de marzo de 2009

Bolleras

Hoy, de camino a la facultad, he visto un papel pegado a una farola que decía algo así: Taller de percusión. El subtítulo cerraba el cerco: Sólo lesbianas/bisexuales.
Lo primero que se me ha ocurrido pensar es que lo que buscan es un poco de sexo y que lo de la percusión es la tapadera. Pero después me he dicho, "joder, y es que aunque fuese así...¿a qué coño viene ese aguetamiento?"
Toda la vida pidiendo igualdad, no discriminación, bla, bla, blablablá, y después se ocupan fabulosamente de poder ser señalados por los demás. Hoy día, siendo que tanto preocupa al populacho el aspecto de uno y del de al lado (mal cuya erradicación solucionaría muchos problemas de auto estima, por cierto), resulta difícil de creer que todos esos rasgos que diferencian a los unos con los otros sea tan sólo casual. Si todos los gays y lesbianas fuesen como algunos gays y lesbianas que conozco (felicidades, por cierto), no habría ningún problema. Cuando viene el resto, reivindicando la homosexualidad como un rasgo más de su personalidad, entonces ya algo empieza a fallar.

Una para celebrar que viene a Donosti. Demasiado, demasiado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Del conflicto se puede erigir una personalidad. Ya te comentaré mi teoría, ya que tengo que escribir un ensayo acerca del terrorismo internacional. Un beso querido, yo también he venido a Donosti :P

lamotta dijo...

Yo estaré por ahí el finde del 13 o el siguiente, porque por lo visto en el del 19 hay puente, así que ya te avisaré.
Un beso

G. dijo...

Pues chico, yo lo entiendo.

Sufrí en mis carnes eso de no conseguir encontrar a una lesbiana o bisexual con quien... ya sabes.

Aquí que hay putas, que hay páginas de contactos, teléfonos "de la amistad", etc, te llama tanto la atencion un inocente anuncio en el que unas cuantas lesbianas buscan conocer a otras practicando un poco de percusión.

La verdad, no me parece que sea para tanto. Que se les haya ocurrido esa idea no quiere decir que en todos los ámbitos de su vida se cierren al mundo de los heterosexuales... aunque sí, efectivamente, la heterofobia existe.

Bechis desde Cantabria.