domingo, 12 de julio de 2009

Desvirtuar la palabra

Sé que no es algo que a demasiada gente preocupe, pero no está de más recordarlo de vez en cuando.
Cada vez es mayor el número de palabras que se quedan huecas por usarlas sin ton ni son, por no saber qué significan realmente y, por supuesto, por influencia de los periodistas estúpidos (que no "estúpidos periodistas") y de los políticos.
Tenemos un buen puñado entre las palabras gordas, como Democracia, Libertad, Fascismo, y todas esas que sirven tanto para unos propósitos como para los totalmente opuestos.
Pero no son sólo ésos: he escuchado cosas como "está más claro que la una" o "es más listo que el latín", y ya no hablemos de muletillas como "literalmente" u otras con la misma terminación.
España se va a llenar de Nadies, de gente que habla alto y no dice nada.

1 comentario:

shubbaki dijo...

Yo tengo curiosidad por ver cómo serán los hijos de nuestra generación. A ver, hasta qué punto llega la degeneración.