martes, 8 de septiembre de 2009

Arte como reivindicación o como entretenimiento


Vayan por delante, para entendernos, sendos ejemplos de lo que considero arte como reivindicación y arte como entretenimiento:


Si asumimos que ambas cosas son arte, debemos ver la diferencia entre las que caen en un grupo y las que caen en el otro. Hay quien opina que lo entretenido alcanza la calidad de arte cuando se convierte en algo "religioso", en un casi-ritual para quien lo consume. Yo creo que, en cambio, que tal no es necesario y que es tan legítima la forma entretenida del arte como la reivindicativa, si bien los esfuerzos y las consecuencias que una y otra acarrean no son las mismas. No es lo mismo que tu grupo se llame "The Meas" que "Barricada" o "Rage Against the Machine", ni tampoco el Partenón que la boca del metro de Bilbao.
Ahora me debato, de vez en cuando, entre lo más conveniente entre ambas cosas, entre unas letras protestonas y profundas o volcarme de lleno en las melodías y en las sensaciones que ésta produzca. Claro que las dos cosas son de una forma u otra congeniables, pero casi siempre caerá de alguno de los dos lados.
Si pienso mucho (¿vosotros con qué os quedáis?), creo que mi opción es la del entretenimiento (entendido éste no como simple pasatiempo, sino un montón de cosas más, sensaciones o sentimientos, ejercicios de virtuosismo y técnica, etc), que para las reivindicaciones ya hay otros instrumentos (quizá de no tanta difusión y por tanto no tan efectivos en su cometido) mientras que las alternativas para el entretenimiento no las comparto. Hacer reír es más difícil que hacer llorar, y evadir a uno de la realidad es más difícil que ponerlo enfrente de ésta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que el arte tiene que crear emociones. Si esas emociones nos entretienen o nos llaman a alistarnos en el ejército revolucionario no me parece solamente secundario, sino subjetivo. Yo me quedo con la estética por la estética.

lamotta dijo...

Bueno, eso es discutir sobre lo que es arte, y tampoco quiero meterme en eso...aun así, supongo que entonces tú eres más pro-entretenimiento, por lo que dices.
Muxutxus

Anónimo dijo...

quizá el problema de la diferencia que planteas, ese arte relgioso del que hablas contra otros a los que se pueden calificar por su consumo en masa por constituir copias es precisamente que los productos del primero van cargados de un potencial aurático por su calidad de original, mientras que en el arte masificado, véase el cine, la música, etc, el individuo se relaciona sólo con la copia y su relación con la pieza es distinta...
matices.. ya te lo comentaré que en una hora me examino y estoy histéricaa..
muaaaak :)

lamotta dijo...

Lo que dices tiene completo sentido, sin duda. Pienso en toda la gente que admira a un grupo en un concierto, por ejemplo, que no es lo mismo que tenerlos en un disco...claro que también hay casos de gente que se pajea con su disco en el reproductor. César habla a menudo de lo religioso de Dylan, o sea, de los "adeptos" que tiene y todo eso...
Supongo que también depende de cómo viva eso cada uno.
Creo que definitivamente yo también soy pro-entretenimiento, aunque quizá sea porque la reivindicación (el mensaje) se me hace más fácil en forma de blog y no de acordes de canción...a eso ya llegaremos algún día :P.
Muaaaa :)