El otro día hablaba con un amigo de la izquierda y la derecha, de los rojos y los fachas, etc. A él le gusta el término rojo, no sé por qué, no recuerdo que me diera una explicación, pero le sonaba bien, muy vivo, supongo, muy republicano del 36. Yo dije que a mí me gusta la palabra izquierdoso. Aunque no siempre la uso con buenas connotaciones. Pero me gusta.
Porque me gusta hablar con mis mayores y ver que ninguno me entiende, o nos entiende, que todos están ya de vuelta de eso y, por tanto, todas nuestras ideas -ecologismo, tolerancia, impetuosidad -son sólo un síntoma de la edad y no del cerebro, vamos, que estamos en la segunda edad del pavo, en la idealista. Me gusta "izquierdoso" porque suena a enfermo, y en una sociedad tan enmierdada como en la que estamos hay pocas cosas mejores que ser apartado, como si te marginasen para que la mierda no te diera en la cara tan de lleno. Mejor que sigan mirándonos con condescendencia estúpida e ignorante, como si con ellos no fuera la cosa.
Bienaventurados los izquierdosos, porque aún ven alguna posibilidad. A los derechosos que les follen.
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