viernes, 11 de junio de 2010

De buena ley

Este programa, creo que de Teta5 (va siendo hora de retomar viejos juegos de palabras), es mucho más interesante de lo que a primera vista pueda parecer. Os cuento la trama (como en narrativa): las partes de un conflicto, generalmente de tipo civil o mercantil, quieren que un árbitro (como un juez pero que eligen ellos mismos de común acuerdo) resuelva el caso y van a la tele para hacerlo. Las partes exponen sus motivos, y cuando el árbitro se retira a pensar un rato y a echar una meada, el público debate el asunto.
Todos actores. Pues seguramente, pero aun así tiene algo de interés todo esto:
Primero, porque acerca el Derecho a la plebe, hace que no parezca de otro mundo, ni siquiera demasiado complicado, y puede que incluso fomente el que algunos curiosos se informen de las materias que se tocan.
Segundo, porque deja claro la poca idea que tiene la gente, en general, sobre el Derecho: normalmente se ponen a discutir asuntos que nada tienen que ver con lo importante del asunto. Algunas opiniones son tan alarmantemente absurdas que sólo se me ocurre llegar a la conclusión de que, efectivamente, son todos actores.
Y por último, y no por ello menor, porque se ve qué es lo que a la gente le gusta: el barullo, las opiniones sin reflexión, las emociones a flor de piel y las descalificaciones. Es decir, el programa "De buena ley" es como una Noria de sobremesa. Y todos son actores, hacen lo que el público espera de ellos.



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