lunes, 17 de noviembre de 2008

Fulanos con la lágrima fácil

No entiendo el mal perder que tienen algunos. Que todos tenemos orgullo está claro, y que a todos nos gusta ganar, también.
Pero, como una vez me dijo un profesor, "hasta los mejores fallan alguna vez". Me lo dijo con recochineo, además.
Y duele en el orgullo que las cosas no salgan como uno quiere, que le lleven la contraria y descubrir que la razón no la llevaba uno mismo.
Pero, oigan, no siempre se gana, no siempre se tiene razón(por más que lo intente, grrr), pero ése no es ningún drama, estamos aquí aprender, y lo último que debemos hacer es picarnos y no respirar. Me recuerdan a los niños que, cuando no obtienen lo que exigen a la primera, lo buscan con unas lagrimitas. Y las madres se lo dan claro.
¡No seáis tan mierdas hombre, un poquito de respeto por uno mismo!

3 comentarios:

~AfTer de Rªin** dijo...

Eso es lo que siempre me dices y tienes toda la razón...XD

A ver si nos vemos! besos y ladriditos

Anónimo dijo...

A veces las lágrimas surgen solas, no se pueden contener: son lágrimas de rabia, de impotencia. No se trata de pedir con lágrimas, sino de sacar fuerzas de la flaqueza, de dejar que fluyan para luego secarnos las mejillas y continuar luchando. Porque hasta los mejores necesitan desahogarse (y los peores, como yo, ya ni te cuento).
Un biquinho

PD: Ya no nos vemos nada!

lamotta dijo...

No me refería a lágrimas en sentido tan literario como figurado. Y esas son evitables. No sólo evitables, sino que conviene evitarlas. Se hace un esfuercico, se cierra el puño, se caga en la puta madre que parió a quien sea que te ha molestado, se recapacita...esas cosas. Pero llorar por llorar, no.
Saludos