sábado, 6 de junio de 2009

Escapar o no

Últimamente me abruma muchísimo ver "cosas malas" de cerca.
Me refiero a los carteristas del metro, a atracadores en los baños de Moncloa (espero que atracadores, porque también podrían ser como), los violadores de los de Atocha, los reventas en los conciertos, los macarras que por menos de nada te pueden dar un navajazo, los skins... En general, todas aquellas personas que se aprovechan de otras personas haciéndoles un mal (sueno a hippie, pero es tal cual lo digo).
Supongo que, en mayor o menor medida, a todos afectan esas cosas. Y doy por hecho que muchos actúan (algunos denuncian, otros se meten y se llevan una paliza, otros se meten a segurata para poder ser los que la dan...) y otros muchos simplemente miran para otro lado.
Hace unos días estuvieron a punto de "hacerme algo" en los baños de Moncloa (y digo "algo" porque salí por patas antes de que me acorralaran) y cuando fui a informar al segurata de turno, el tipo, en lugar de ser un poco servicial, casi me parte la cara por haberle tocado en la espalda para llamarlo. No exagero, un tío agresivísimo y de mala hostia advirtiéndome de que fuese la última vez que hacía eso.
Ese tipo de cosas, o la pasividad del del otro día me desilusionan mucho.

Tendré que pensar que, efectivamente, el mundo está lleno de gente un poco más buena y un poco más mala, y que no se puede hacer mucho para parar eso, salvo tener cuidado por uno mismo. De vez en cuando veo algo bueno y entonces me devuelve la esperanza en la gente, pero...buff, ya no sé qué es mejor, si mirar impasible, si actuar, denunciar o lo que sea, o simplemente mirar para otro lado y hacer como que nada ocurre...

"Tristes tiempos en los que la mirada de un hombre que se cruza en tu camino es la mirada de un enemigo"

No hay comentarios: