Principios

Hoy he visto una película que me viene al pelo para lo que quería contar esta noche. La película en cuestión se llama "Antes que el Diablo sepa que has muerto", de Sidney Lumet. Podría haber sido mejor, pero en líneas generales estaba muy bien, aunque no pase de ser la típica tragedia griega.
Con lo que me quedo de la película como mensaje es con la idea del perder los principios cuando el agua llega hasta el gaznate. Pero es que en casos tan extremos a lo mejor incluso hasta se puede discutir lo que está bien y lo que está mal.
Así que hablaré de perder los principios en general.
Hace un par de días afirmé sobre un conocido que tiene la mente muy bien preparada para engañarse a placer, como mi hermano cuando se inventa alguna patraña por la que comerse algo que no debe. Este otro conocido lo hace con asuntos más insalubres y, en general, con algunas ideas que debería ser imprescindible mantener.
Entonces pensé, sobre mí mismo, que a lo mejor yo tampoco puedo hablar demasiado alto, que aunque siempre me he considerado una persona de principios, a veces no he actuado según ellos.

Pero me he dado cuenta de que la gente está tan asquerosamente podrida que, comparándome con ellos, soy una pieza dorada.
Los remordimientos al final no valen para nada, porque se reincide, y las justificaciones no son más que meras vías de escape mediante las que quitar peso a nuestra culpabilidad. Porque hay veces en las que no podemos evitarlo, en las que se trataba del mal menor, o de un mal que, una vez hecho, se intentase subsanar de la mejor manera posible.
Pero otras muchas veces no. Otras muchas veces simplemente se trata de que eso de lo que éramos abanderados no eran unas ideas tan potentes, o que nuestro sentimiento del deber ser no es tan fuerte como el que muchas veces aparentamos.
Supongo que las expectativas y la actuación apasionada(no me refiero al contenido sexual de la palabra) y no principial son los dos elementos que llevan irremediablemente a la DECEPCIÓN, con la cual no estoy tan familiarizado como otra gente. Pero tengo veinte años, así que ya empieza a ser momento.

Canción del día:

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