Estando en Madrid he terminado apreciando más Euskadi. Bueno, de hecho me han colocado ya algún cartel de extremista, pero vamos, que no, que nada de eso. Llego aquí para un fin de semana y las cosas saben, huelen y parecen mejor. Es fabuloso. Y los amigos, también se quieren más.
Estando aquí ya empiezo a añorar a cierta gente del Chami, ya no me desborda el grupo, vuelvo a pensar en componer o en el aula de cine o en la cartelera, aunque sea para darme verbalmente de hostias con un pepero u otro.
Creo que es el equilibrio perfecto para que nada te falte ni te hastíe. Claro que no todo es perfecto, pero bueno, tampoco vamos a ponernos exigentes.
Y ya que estamos y porque le deseo todo lo peor a la SGAE...disco del día:
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Y, sin tener nada que ver, y porque Ozzy de vez en cuando aún me emociona:
Buenas noches
4 comentarios:
Tienes razón. El desintoxicarse es absolutamente necesario. Si fuese por mi viajaría a la otra punta del mundo ahora mismo para olvidarme un tiempo de mis problemas con la gente que me rodea. Es que encima, en una ciudad tan pequeña como la mia, siempre te encuentras a la misma gente por todos los sitios...
Y tú eres...? Un saludo!
Desde luego. Lo excitante de la vida es siempre la parte que desconocemos. Cuando estás viviendo en la misma ciudad durante mucho tiempo, todo se hace previsible, y ya casi ni queda espacio para hacer planes. Luego, cuando te vas, ves de pronto con perspectiva todas las posibilidades que tienes delante de tus narices.
Creo que con las personas ocurre exactamente lo mismo...
Yo practicamente acavo de empezar un blog(http://myparticularplace.blogspot.com/). Y lo empiezo en medio de la decadencia...
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